El embarazo no planificado en la etapa de
la niñez o la adolescencia tiene consecuencias nefastas en las vidas de los
jóvenes involucrados, especialmente en las niñas, sino en toda la sociedad e,
incluso, en la criatura que está por nacer.
Para la doctora y consultora en aborto y
prevención de embarazos Mary Rivera, el problema de embarazos entre
adolescentes ha tomado unas dimensiones nunca antes imaginadas. El incremento
que ha habido en el embarazo entre las niñas, dos de éstos reseñados la semana
pasada, “no es un problema de educación, es un problema de la comunidad de
Puerto Rico. Es un problema de los adultos que somos los responsables de la
formación y la buena educación científica de los jóvenes”.
De acuerdo con Rivera, hay cuatro razones
principales: desconocimiento de los conceptos básicos de anatomía, biología y
fisionomía; desconocimiento de lo que es la planificación familiar y de los
programas, tanto privados como gubernamentales, que ofrecen este tipo de ayuda;
la falta de comunicación entre padres e hijos sobre la sexualidad y la mezcla
de mensajes que son enviados a los adolescentes sobre el tema por
organizaciones religiosas, medios de comunicación y los propios padres.
La realidad es ¿cuáles son las verdaderas
consecuencias de un embarazo a temprana edad?
La niña embarazada, probablemente
dejará la escuela y dependerá para vivir y mantener su hijo de las ayudas que
provee el Gobierno. Posiblemente tendrá complicaciones, ya que los embarazos
antes de los 20 anos son considerados de lto riesgo por la inmadurez del
cuerpo. “Estas niñas son estigmatizadas y señaladas por sus compañeras de
escuela, vecinos y por la misma familia. Terminan dejando la escuela y teniendo
un segundo y tercer hijo.
El bebé, además de los problemas de salud
con los que puede nacer, seguramente termina siendo uno de los miles de niños
que son abusados por sus progenitores anualmente, por lo cual se asegura que el
embarazo fue “no deseado”. Esa posibilidad de maltrato se acrecienta más cuando
no se le permite al menor decidir sobre el embarazo, si desea terminarlo, tener
el bebé o darlo en adopción. “Una vez tu no le permitas a la niña tener el
control de su cuerpo y la obliga a tomar una decisión que no es la que ella
quiere, ese bebé es una victima bien alta para maltrato. Es un circulo vicioso”,
lamentó Rivera, administradora de la clínica de abortos Ladies Medical Center, único
centro en la Isla que recibe adolescentes sin tener que estar acompañadas por
sus padres.
En cuanto a las consecuencias que tiene
el problema en la sociedad, Rivera indicó no tener la menos duda , aunque hayan
pruebas científicas, de que algo tiene que ver con la alta tasa de
criminalidad, abuso infantil y de violencia doméstica en la Isla. Rivera
defendió la adopción, alternativa que es juzgada por grupos moralistas. Ella
tiene un programa de adopción desde el 1980 para aquellas mujeres que prefieran
entregar su hijo o que por su adelantado embarazo no pueden abortar. Hasta allí
han llegado niñas y adolescentes, como matrimonios que no pueden mantener un
nuevo miembro en la familia.