En el 2013 salió la noticia escrita por Mildred Rivera Marrero, de El Nuevo Día, en el que determina que en ese año hubo menos embarazos que en años anteriores.
Las serias consecuencias que tienen los embarazos de adolescentes a nivel individual y social siguen representando un problema de salud pública, aunque las estadísticas demuestran una disminución en la incidencia durante la pasada década.
Un análisis de las Estadísticas Vitales del Departamento de Salud refleja, igualmente, un cambio en el perfil de la adolescente (joven de 19 años o menos) que queda preñada. Ahora tiene, en promedio, más edad, más años de estudio y, en un mayor número de casos, son madres por primera vez.
“Se ha reducido. Pero, independientemente de eso, hay unos 7,000 nacimientos (de adolescentes) y eso tiene unas consecuencias. Sigue siendo un problema de salud pública”, declaró el doctor Arnaldo Torres Degró, director del Programa Graduado de Demografía del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, y quien hizo el análisis de los datos.
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